En múltiples ocasiones me he preguntado si toda ésta sensibilidad animalista no habrá sido recargada y repotenciada por mi mamá, incluso originada. Pienso que sí, que mamá fue el medio, el incentivo para poner en evidencia tanta identificación por los animales. Para aliviar la compleja carga en la que se metió -la que algunos vecinos le decían "la misión"-, mi hijo y yo quisimos aliviarla en su sacrificada tarea.
Lo cierto es que una vez muertos los perros, quedaron los gatos y a ellos fuimos a dar toda nuestra protección. En los edificios pululan los gatos y así fue que para aliviar a mi mamá en su "misión" me quedé dándole comida a los gatos de mi edificio mientras ella se encargaba de los gatos de su edificio. En el mío habían menos, pero igual la gente y los vecinos siempre se quejaban. Es un hábito echarle la culpa a los más débiles que no tienen quien los defienda, así era en mi edificio. Por eso yo les bajaba comida y recogía lo que regaban. Les cambiaba el agua y no dejaba las bolsas sueltas para que volaran con el viento sino que les ponía una piedra para que las sujetara.
En los recuerdos imprecisos por el tiempo estoy atendiendo a Cotufa, una de las gatas de mi edificio súper cariñosa y querendona. Está preñada y la gente del edificio jodiendo. Parió un gatito catire como Garfield y cómo toda mamá súper protectora con su bebé, le pusieron una caja en el pasillo de Planta Baja, pero el gatito inquieto empezó a salirse y a hacer sus necesidades ahí, alguien me dijo que el gatito se lo llevo una niña que se antojo y convenció a sus padres.
Me dije: a Cotufita hay que esterilizarla porque ésta gente y su naturaleza "inhumana" van a ser un problema. No recuerdo bien, pero creo que Cotufa no haya sido de la primera tanda de gatos que llevamos en los operativos de la Red de Apoyo Canino (RAC). Sin embargo se hizo lo propio y después de esperar horas en el Operativo de la RAC, Cotufa estaba operada y en mi casa del piso 7 de un apto que no tenía rejas en las ventanas.
Para operar una gata, más complicado que a un macho hay que tenerla por lo menos 12 horas en ayunas y la única manera de garantizar eso en una gata de la calle es encerrarla o llevarla a tu casa. Eso fue lo que hice yo. ¡Fue una noche de locura!.
Nunca antes había estado con un gato dentro de mi casa. Cotufa fue mi estreno y ¡de qué manera!, aparte de su curiosidad natural que la llevo a recorrer toda la casa, se hizo pupú en el mueble principal de la sala, y cuando llegó el momento de dormir ¡Dios mio! mi tensión era tal y además redoblada cuando sentí ese motor interminable que luego aprendí es el ronroneo, qué calidad de Ronroneo tenía la Cotufa. Sentir eso en plena noche, con los nervios por la jornada y la operación del día siguiente, con sueño y una gata metida entre tus piernas fue una vaina bien arrecha para mi estreno gatuno.
Finalmente llegué a casa con Cotufita operada, era septiembre de 2012, con la tarea de curarla y asistirla en su recuperación, la pobre estaba "borracha" cuando empezó a despertar, daba dos pasos y se caía, pero tuvo una buena recuperación así que a los días la liberé de nuevo en su hábitat. Pero mis ojos y mi atención estaban puestos en ella así que la observaba mucho, desde mi ventana y abajo mismo siempre la buscaba a ver qué hacia dónde estaba, si comía y demás etcéteras. Fue así que noté como en noviembre Cotufita estaba decaída, tristona, quieta en un solo sitio, inapetente, así que la agarré de nuevo la traje a la casa y la llevé a un veterinario en Ruiz Pineda que le hizo exámenes y no se daba con lo que tenía Cotufa, por eso me sugirió que tenía que hacerle una prueba de leucemia la cual conseguiría únicamente en un veterinario que quedaba en El Paraíso, hasta allá fui a parar a que le hicieran la prueba a Cotufa con el triste resultado de "positivo", me dio rabia porque pensé que quizás había sido contaminada en el operativo de la RAC; porqué queriendo hacerle un bien y haber pasado tanto hacía tan poco ahora éste era el resultado.
A partir de allí la historia dio vuelta 180º y el deterioro de Cotufa fue muy rápido y sostenido. No comía ni las porciones de mi gotero con sopa de patas de pollo. La leucemia se la comió a ella en una semana, sus ojos lagrimeaban sangre y la última noche fue tan terrible, tan espantosa que no quiero detallar aquí, pero su muerte fue muy dolorosa, muy vívida por mí, convulsionaba y vomitaba sangre. Ya muerta, ni siquiera yo sabía que lo estaba...fue muy duro. Esos últimos momentos se me repitieron en los días próximos, y se extendieron por meses siguientes. La llevé a cremar al único sitio en Caracas que me quedaba lejísimo de la casa y me dijeron que me la darían días después, ahí arranqué a llorar de impotencia y se condolieron de mí. Me la prometieron para el día siguiente (otro sacrificio más tener que volver). Con todo esto el único impulso que tuve fue escribir lo que sigue a continuación:
Despedida forzosa
La vida se respira, y a su lado la muerte sigilosa
Una araña pone sus huevos
El pajarito canta
Una hoja se abre, tantas se desprenden
El viento sopla y mueve a toda natura
El sol calienta
El escorpión aparece de la nada se mantiene vivo sólo con el aire
He notado que cuando corto una hoja o una rama seca, las otras crecen con más fuerza…
Y hay un momento en que hay que decidir podar es decir dejar a la mata huérfana sin ninguna hoja.. a partir de allí empieza con más empuje su proceso de renacimiento..
La vida es más evidente que la muerte porque incluso, para sucederse, la muerte busca el rincón ocultarse esconderse no darse a la luz de todo, donde está sucediendo toda la vida con todos alrededor de ella
La muerte busca la sombra para morirse, el recoveco donde no haya ese molesto ruido que significa la vida donde pitan brincan saltan vuelan corren
La muerte es dura como la vida porque no viene de sopetón sino que se vuelve lenta eterna apagándose como el día
Cada enfermedad es una muerte cada despedida una muerte misma
La muerte gime lastima pincha muerde lacera
Nadie habla de los viejos, de cuando la vida se va apagando
Siempre hablan de lo lindo que son los niños de cuando la vida comienza a florecer, eso todo el mundo lo ve y lo palpa pero cuando la vida es vieja y cansada, de cuando se pierden de a poco las facultades las herramientas y la fuerzas… y cuando la vida se va exhalando, esa no se ve.. de eso nadie habla…
Yo he visto la vida apagarse de a poco en una mirada y seguir respirando, así es de cruel.
Dagmar Sucre